En el mismo sitio; da lugar el baile de máscaras, daño paso firme al inicio de la trama de: celos, mentiras, tiranías y envidias por doquier.
Quedando el amor tan melancólico como la pista de esquí en verano.
Continuación del anterior artículo…
LEONATO. Bueno, entonces irás al infierno.
BEATRIZ. No, sólo a la puerta, Y allí el demonio me saldrá al encuentro como un viejo cornudo, con los cuernos en la cabeza, y dirá: «Tú vete al Cielo, Beatriz, vete al Cielo; aquí no hay sitio para vosotras las doncellas.» Y yo entregaré mis monos y hala con San Pedro, al Cielo. Él me enseñará dónde se sientan los solteros y allí viviremos alegres mientras dure el día.
ANTONIO. [a Hero]. Bueno sobrina, confío en que harás caso a tu padre.
BEATRIZ. Sí, a fe, la obligación de mi prima es hacer reverencias y decir: «Padre, como os os parezca bien.» Pero, con todo eso, prima, que sea un guapo muchacho, o si no, haz otra reverencia y di: «Padre, como me parezca bien a mí.»
LEONATO. Bueno, sobrina, espero verte un día acomodada con un marido.
BEATRIZ…
Ver la entrada original 3.405 palabras más