
LO ARTIFICIAL TE AYUDA A SOBREVIVIR DURANTE DÉCADAS
Un adulto nacido en un país rico evita a menudo la muerte gracias a los avances médicos, químicos o alimentarios que ciertas corrientes -antivacunas, defensores de las terapias alternativas… – ponen hoy en entredicho
Lo natural es bueno. De lo contrario sería impensable que las marcas hicieran semejantes esfuerzos por insertar la palabra en sus etiquetas, ya sea la de un pan de molde, una crema o una prenda de vestir. Ocurre que el sentido común no siempre es lo que mejor explica la realidad. La ciencia no es democrática: que muchas personas crean algo no lo hace verdadero. Si no fuera por invenciones absolutamente artificiales del ser humano, tú no estarías leyendo estas líneas. Más allá de que no existirían ordenadores ni internet, lo que sucede es que quizá estarías muerto o acaso no habrías venido al mundo. La mayoría de los adultos de un país desarrollado han burlado a lo largo de su vida varias muertes completamente naturales gracias a avances del todo artificiales.
Desde el momento de nacer estamos destinados a morir. Hoy, en España, tres de cada mil niños pierden la vida en sus primeros veintiocho días. Durante el año que sigue fallece uno más por cada millar, lo que es algo muy parecido a lo que sucede en cualquier país rico. Hace medio siglo, la tasa de mortalidad era quince veces superior, y antes de la revolución industrial se calcula que alrededor del 30% de los nacidos vivos no era capaz de superar el primer año.
La OMS calcula que las inmunizaciones salvan al año a más de tres millones de personas y que dos más siguen muriendo por no estar cubiertas. A pesar de estos hechos, existen personas que odian las vacunas artificiales. Son grupos en expansión en algunos países ricos que han olvidado las terribles secuelas de estas enfermedades y están consiguiendo que rebroten males que estaban completamente erradicados.
Para el ser humano el hecho de llegar sano hasta los 10 años de edad es difícil; pasada esta etapa tienes sumas posibilidades de pasar la pubertad sin sobresaltos en tu salud, los más débiles quedarán atrás. Los más fuertes llegarán hasta los 20 años de edad y sobrepasarán los 30 años sin sobresaltos en sus organismos, o no, depende; imagina que en el maravilloso camino de la vida hasta llegar a los treinta, tienes un accidente en el cual te has cortado o, un objeto extraño oxidado y contaminado por la bacteria tétanos, entra en contacto con tu organismo saludable, o un animal callejero te agrede, resultado obvio, un grupo growing against the vaccines, gran parte de estas personas no vacunadas morirán porque sus irresponsables padres decidieron no vacunarles por unas creencias no científicas. Entonces mientras agravan en salud, los contagiados sin vacunar contagian a otros ya vacunados, es decir, las vacunas no previenen más allá de un 70% de posibilidades de contraer la enfermedad. DEBEMOS TOMAR CONCIENCIA SOCIAL de vacunar a nuestros hijos. Hoy disponemos de información suficiente al alcance de todos y médicos para contrastar
Precisamente, el nacimiento es una de las amenazas de muerte
Imagen real censurada por las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
A las infecciones, que te acecharán durante toda tu vida, se suman otras amenazas como el parto, que no sólo es peligroso para el niño, sino también para la madre. En el caso de que en tu lista haya mujeres, es presumible que sea alguna de ellas la que haya sucumbido; ten en cuenta que en esta distopía no existen los anticonceptivos más allá del método del calendario. El alumbramiento natural, es decir, el único que existía hasta hace no muchas décadas, se cobraba aproximadamente una vida materna por cada cien partos, según la OMS
Hoy en día hay quien sigue prefiriendo afrontar ese gran momento milagroso sin hospitales de por medio, y existe una nueva moda en la que, Caroline Lovell, una de sus principales impulsoras, falleció a los 36 años a causa de un paro cardíaco mientras daba a luz en su residencia de Melbourne, en enero de 2012.
Los Gobiernos de todo el mundo echan productos químicos a escala masiva en el agua que consumes. La cloración es el método más sencillo y extendido de potabilización. Sin ella, es posible que no llegues a la vejez, o sí. También puedes contraer cualquier enfermedad vírica o bacteriana, encefalitis, apendicitis aguda retrorectal, meningitis, estas y otras muchas enfermedades pueden atropellarnos entre los 17 y los 30 años de edad más fácilmente que en otras edades.
También podría ser que estén desnutridos y hayan fallecido por cualquier causa relacionada con la escasez alimentaria, agua potable, medicinas. Hoy nuestro mundo es irreconocible para nuestros ancestros si levantasen la cabeza, ni en la agricultura, ganaderia, etc, ya no existen apenas cualquier producto alimenticio para el ser humano por doquier que no esté contaminado por la mano negra del hombre, casi todo hoy es artificial, a causa de la sobreexplotación de los recursos alimentos para tantas bocas humanas, somos alrededor de 7325 millones de bocas por alimentar a diario. Si no fuese así ya estaría exterminada una gran parte de la humanidad, en cuanto a los llamados alimentos ecológicos son muy discutibles.
Terapias naturales contra el cáncer: el error de Steve Jobs
Quizá pienses que un planeta menos habitado es una buena idea, pero recuerda que varios de ellos, más de 6.000 millones que no están es muy posible que los extrañes en tu vida. Las sequías, las inundaciones, las plagas y las contaminaciones habrían eliminado a algún ser querido por problemas como la falta de alimento, la variedad insuficiente de éstos o una eventual intoxicación alimentaria.
Estamos en la siguiente etapa de sexagenario y todavía estamos jugando a la difícil partida de ajedrez que es la vida. Aquí aparece otro proceso natural del que es estadísticamente probable que te hubieses librado hasta ahora: la división descontrolada de alguna de tus células, más conocida como cáncer. La incidencia de esta enfermedad -que en realidad son muchas bajo un mismo nombre va aumentando a medida que el cuerpo envejece. La supervivencia en los países desarrollados a este mal ronda el 50% -aunque varía tremendamente en función del tipo y su fase de desarrollo, en buena medida por la detección temprana y por técnicas oncológicas como la radioterapia y la quimioterapia. Eso sí, tanto la una como la otra son lo opuesto a algo natural. Hay quien se resiste a tratarse con ellas. Muchas de estas personas podrían haberse salvado y mueren por creencias no científicas, como fue posiblemente el caso de Steve Jobs, el fundador de Apple, que apostó por terapias naturales en las primeras fases de su cáncer de páncreas y cuando recurrió a métodos efectivos era demasiado tarde.
La persona o personas que sigue a tu lado fallecerá en cualquier momento por un proceso canceroso o por otras muchas causas enumeradas hasta ahora. Estás solo, y cada año que pasa mantenerse con vida es un auténtico milagro según las estadísticas que muestran que sigues librándote de una gran variedad de amenazas naturales.
No haber muerto con 65 años es una buena noticia, dadas las circunstancias. Llega la jubilación. Lo que no está tan claro es que vayas a disfrutar de una gran salud en este merecido retiro tras una vida tan complicada como la que has llevado hasta aquí. Cualquier enfermedad grave que hayas superado te puede haber dejado secuelas. Si te has roto algún hueso a lo largo de tu vida, es casi seguro que no se haya soldado correctamente y los dolores te hayan acompañado hasta ahora. Tendrás pocos dientes, seguramente verás mal y no tendrás artilugios artificiales -como gafas o prótesis- para solucionarlo. Finalmente tus posibilidades se reducen más si cabe porque de tomar la elección de no aceptar lo antinatural a la mitad de tu vida actualmente, descartaras el ponerte las vacunas de recuerdo y ello te llevará a una complicación inmunológica, vírica o bacteriana que te impedirá disfrutar los últimos años de tu vida con salud. ( recordemos mi artículo sobre la amenaza real que estamos sufriendo en la actualidad por falta de vacunación y a su vez por los vacunados en la niñez y no son vacunados cada 20 años; 8 de febrero de 2016: LA VACUNA QUE TE NIEGA CATALUÑA)
Hasta el siglo XIX, la esperanza de vida apenas se prolongó
La historia de la humanidad, es , entre otras cosas, la historia de cómo el ser humano ha luchado contra la naturaleza para domesticarla, para hacerla un poco menos natural. Durante mucho tiempo hemos perdido claramente la batalla. Desde 10.000 años antes de Cristo hasta el siglo XIX, los avances fueron escasos y la edad media de mortalidad no varió significativamente. A partir de la revolución industrial, poco a poco, algunas mejoras -artificiales por supuesto-, como las primeras vacunas o los alcantarillados, la empujaron hacia arriba.
Sin embargo, con todo esto, a principios de siglo la esperanza de vida en la gran mayoría de países desarrollados seguía sin llegar a los cincuenta años, lo que no significa que en la cuarentena muriera la mayoría de la gente ni que se llegase a ella como un viejo decrépito; es una media muy mermada por la alta mortalidad durante la infancia. Como hemos visto, si se consiguen burlar ciertos obstáculos naturales, sobre todo en las primeras etapas de la vida, se puede llegar a adulto, incluso a viejo, aunque la probabilidad va decreciendo a medida que pasan los años.
Muchas de las tendencias que declinan por volver a lo natural o recuperar técnicas terapéuticas milenarias nos retrotraen a una existencia poco agradable. La medicina científica ha depurado todos los hallazgos que se han hecho a lo largo de la historia (bien pocos hasta hace unos siglos) y no descarta nada que funcione o mejore la vida; que sea natural o artificial carece por completo de importancia.
Productos sintéticos iguales que los que genera el cuerpo
Un ejemplo de esto es la insulina que se inyectan los diabéticos para regular la cantidad de azúcar en sangre: en un principio se obtenía del cerdo, pero a la larga se detectaron algunas intolerancias. Hoy se sintetizan, es más barata y fácil de conseguir y no difiere en nada de la humana. Es uno de los muchos avances que han posibilitado que la esperanza de vida en España sea actualmente de 82,5 años.
Antes de todos estos progresos artificiales, sintéticos e industriales, solo uno de cada mil nacidos llegaba a esa edad. Si tú fueras uno de ellos, ni siquiera podrías haber leído este texto, obviando, por supuesto, las inevitables incoherencias narrativas que siempre tienen una realidad paralela como la que se ha descrito -una vez más: la tecnología a través de la que lees tampoco existiría-. La madre del autor habría muerto cuatro años antes de alumbrarlo en un parto que se solventó con cesárea.
Fuente: Pablo Linde, Eva María A. S. y World Fact Book de la CIA
Conclusión
Los productos sintéticos actuales dejan mucho que desear; es decir, en el casos de las hormonas sintéticas en el caso de enfermedades crónicas del sistema inmunológico, siendo estas vitales para la supervivencia de los enfermos, pero conllevan unos efectos secundarios brutales que merman la calidad de vida de quienes los consumen afectando de modo cruel a sus ritmos biológicos. Triste y real que no existe interés alguno por parte de la ciencia de modificar, crear o complementar estos productos sintéticos para mejorar la calidad de estos enfermos y en definitiva ganar en longevidad y ahorrar en gastos sanitarios.
Si bien es cierto que la industria farmacéutica en los próximos 20 años avanzarán en lanzar al mercado los siguientes fármacos:
–HIPERCOLESTEROL
–HIPERTESIÓN
–CÁNCER
–FIBROSIS QUÍSTICA
En EE.UU no se avanzará en cáncer infantil puesto que la industria farmacéutica a causa de que la infancia acaba en un periodo corto, que es la pubertad en cuanto a fármacos se refiere; no amortizan lo invertido y de este modo eliminados. En Europa disponemos de leyes que protegen a los niños y niñas proporcionándoles medicamentos que son ensayados en estudios clínicos tanto en Francia como en Italia, en una veintena de Hospitales coordinados.
Ahora bien, ¿hasta cuando nuestros niños y niñas tendrán la posibilidad de curarse?, ¿el TTIP permitirá que la industria farmacéutica en Europa se acoja a las mismas políticas y éticas de los comités farmacéuticos de EE.UU?.