
En breve este medio de transporte lo tendremos disponible; este es el prototipo de 2 plazas, se espera que se puedan ampliar hasta seis plazas, está diseñado para desplazamientos cortos, en cuanto al tipo de energía que utilizará todavía no está claro. Lo que falta por despejar también es a que zonas irá destinado este tipo de transporte, puesto que en las ciudades es complicado. Lo que parece lógico es que la empresa que lo ponga a disposición para los ciudadanos es privada. Soñemos que se utilizarán energías limpias, «electricidad».
Mujeres con Alzheimer interactúan con robogatos en el hogar Hebreo de Nueva York.
Se trata de un tratamiento no farmacológico que consiste en el uso de robots con aspecto de animales – normalmente perros o gatos-, dotados de inteligencia artificial y múltiples sensores que les permiten comportarse e interactuar con los pacientes como si fueran mascotas reales. Es una alternativa a la terapia asistida con animales reales, que evita las posibles complicaciones derivadas de la presencia de estos y produce efectos similares.
Últimamente se ha convertido en una de las herramientas más empleadas en salud mental para tratar diversos trastornos, entre ellos, el autismo infantil, la depresión, el síndrome por déficit de atención e hiperactividad y el Alzheimer. Los mueven en los ojos y otras partes del cuerpo, y los sensores les hacer reaccionar al contacto y la voz humana. Esta especie de peluches mecánicos ayudan a los pacientes a relajarse, a recobrar la confianza y hacer los ejercicios en sesiones de terapia cognitiva y fisioterapia.
¿La alquimia es la antecesora de la química?
Los químicos deben a los alquimistas la invención de utensilios y técnicas.
Son disciplinas distintas tanto por sus objetivos por los preceptos que las rigen. La razón de ser de los alquimistas era fabricar la llamada piedra filosofal, que supuestamente permitirá transformar en oro todos los demás metales, además de curar las enfermedades y alcanzar la inmortalidad. La alquimia se basa en que el universo y todo lo que existe está compuesto de 4 elementos – agua, aire, fuego y tierra- y cuatro cualidades- húmedo, seco, caliente y frío-.
La química es la ciencia que estudia la composición de la materia y sus reacciones, pero es cierto que debe a la alquimia herramientas como los alambiques, el proceso de la destilacion y técnicas de laboratorio que permitieron aislar sustancias como el ácido sulfúrico y el etanol.
¿Dónde están las estrellas en las fotos espaciales?
La luz del sol es tan intensa en el espacio que al fotografiar una zona o está con su traje blanco todo lo demás oscurece.
La ausencia de estrellas en las fotos de los astronautas cuando pisaron la Luna dio pie a los conspiranoicos para decidir alunizaje era un montaje. Pero tiene su explicación.
Las estrellas están, pero no se ven en las fotos, aunque los astronautas si las contemplan. La razón es que la luz solar en el espacio es el doble de intensa que la Tierra a pleno mediodía y oscurece lo que hay detrás. Además, los trajes espaciales son blancos para reflejar lo más posible los rayos UV. El resultado es que para poder captar a otro astronauta – un objeto brillante- sobre un fondo brillante, hay que configurar la cámara con un tiempo de exposición muy corto y el diaporama casi cerrado. Es como cuando la pupila del ojo se contrae para evitar que te deslumbre el sol si lo miras de frente. Además, las estrellas en objetos de brillo tenue. Con poca exposición, no hay tiempo de que quedan registradas en la película.
Toma nota: imagina una bonita noche sin importar la estación del año; miras el cielo y piensas cuantas estrellas, que bonitas son y que iluminadas están, unas más grandes, otras más pequeñas, unas más brillantes que otras, ¿cómo se llamarán cada una de ellas?. Pues no son estrellas todas las que ves; la mayoría son planetas desconocidos, según las últimas imágenes analizadas por el Observatorio de Canarias, este laboratorio analiza a menudo imágenes captadas por diferentes satélites para la NASA, finalmente resulta que apenas son estrellas un 15% de lo que vemos en el cielo.
¿Por qué la comida sabe diferente en el avión?
El sentido del gusto y el olfato se anestesia en las alturas.
Al margen de la mayor o menor calidad del catering servido por las compañías aéreas, hay factores fisiológicos que influyen en la degustación del menú de abordo, generalmente poco satisfactoria. En primer lugar, la humedad disminuye más de un 10% cuando bajamos a 5.000 metros de altura, lo que reseca la mucosa nasal y coma por consiguiente, nuestra capacidad de captar los matices aromáticos de los alimentos.
A esto se añade que los aviones reina una presión atmosférica entre un 20% y 25% más débil que en tierra firme. Este ambiente incrementa el volumen de gas en el organismo y merma tanto nuestro olfato como la sensibilidad de las papilas gustativas para detectar los sabores dulces y salados.
¿Las aves tiene que aprender a hacer el nido?
Pertenecientes a la familia ploceidae, los tejedores fabrican intrincados hábitats de ramas, tallos y hebras de hojas.
Tras contemplar las virguerías que construyen, intuitivamente nos resistimos a pensar que sea producto de una habilidad innata. Pero, como el canto o el vuelo, surgió a consecuencia de la presión evolutiva y viene programada de fábrica.
De todos modos, también es verdad que algunas especies no lo consiguen a la primera y parecen aprender de la experiencia, como demostró un grupo de científicos de las universidades escocesas de Edimburgo, Saint Andrews y Glasgow. Después de estudiar el comportamiento de pájaros tejedores del Cabo (ploceus capensis), que viven en el sur de África, observaron que con el tiempo dejaban caer menos materiales al suelo. Además, incluso la forma de los nidos variaba entre ejemplar y ejemplar: si los fabrican únicamente según un patrón genético, los harían siempre del mismo modo, concluyen estos investigadores.
La verdad sobre los amuletos
En la película de Disney, Dumbo creía – erróneamente- que volaba gracias a la pluma que sostenía con su trompa.
Las tiendas que venden talismanes no atraen más la fortuna que otros lugares. Y tampoco sus dueños con más suertudo es que la media. Sin embargo, este tipo objetos si pueden funcionar cuando quienes los tienen creen en ellos. Sí después de adquirir una pata de conejo una herradura recibe un golpe de buena suerte, hasta el más escéptico estará tentado de creer que su amuleto ha tenido algo que ver.
Apruebame, boli. Esta propensión mental a establecer conexiones entre sucesos no relacionados entre si se conoce como apofenia. Por ejemplo, si sacamos buena nota en un examen, tal vez lo atribuyamos al bolígrafo con el que lo hicimos. Y, entonces, ya no nos presentaremos más a una prueba sin nuestro boli de la suerte, a pesar de que no haya vinculación real entre ambas cosas.
Es un fenómeno que explica muy bien la famosa escena de la pluma que sostenía Dumbo con su trompa para volar. El elefantito está convencido de que solo puede hacerlo con esa ayuda Mágica. Sin embargo, al perderla, descubre que siempre ha sido capaz de vencer a la gravedad batiendo sus grandes orejas.
Los objetos de poder pueden surtir efecto real si modifica nuestro grado de confianza. Y eso solo ocurre cuando nos dejamos llevar por la parte más emocional del cerebro, creando nexos espurios entre cosas y eventos.
Te recomiendo para no deprimirte con Facebook
La popularidad de Facebook es indudable. Cada mes, casi 1.800 millones de Internautas usan esta red social. No obstante, diversos estudios la han relacionado con el desarrollo de estados depresivos. La Academia Estadounidense de Pediatría señala que esto podría deberse a la tendencia a compararnos con los demás, lo que puede causar problemas de autoestima. Ahora, un equipo de expertos de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) ha recogido en un estudio algunos consejos para evitar este fenómeno: no te obsesiones con tu identidad virtual, con como te perciben los demás y con las vidas ajenas; no acepto solicitudes de amistad de tus ex; no postees, actualicese interactúen constante y compulsivamente; y no te minusvalores.
La cultura influye en los juicios morales
La persona que acomete un perjuicio de manera no intencionada o que tiene motivos de peso para actuar de esa forma suele recibir una condena menos dura. Sin embargo, esto no sucede la misma medida en todas las culturas, tal y como muestra un estudio dirigido por H. Clark Barrett, de la Universidad de California en Los Ángeles. Los antropólogos propusieron a más de 300 sujetos provenientes de dos sociedades occidentales y de 8 tradicionales industrializadas se realizan juicios morales. En una de las situaciones, los participantes deben imaginar de que una persona había contaminando la red de agua comunitarias de un pueblo, lo que había causado daños a docenas de lugareños. Los participantes de países occidentales me tiraban su juicio moral en caso de que se tratase de una negligencia involuntaria; en cambio, esta circunstancia no parecía influir en la decisión de los participantes de países no industrializados. Todos los sujetos consideraron condenable la acción de intoxicar el agua y sugerían aplicar la pena máxima, independientemente de que el suceso se produjera de manera intencionada o por error. Barrett explica: » a pesar de que los probando se reconocían que en el segundo caso se trata de un accidente, opinaban que cada uno debería ser convenientemente cuidadosos cuando existía el peligro de ocasional grandes males».
Los países industrializados tienen más en cuenta las circunstancias atenuantes que las sociedades tradicionales, concluyen los investigadores. Ello podría estar relacionado con que las personas procedentes de naciones occidentales crecen con un conjunto complejo de reglas, en las que los jueces y las leyes representa la punta del iceberg. » en sociedades menos extensas puede que la jurisprudencia sea igual de exigente, pero sin una configuración tan compleja»
Fuente: H. Clark Barrett.
Dar las gracias beneficia la psique
Unas palabras de agradecimiento no sólo alegran al que la recibe; plasmarlas sobre el papel también mejora el estado psíquico del emisor, incluso si se encuentra en tratamiento psicoterapéutico. El psicólogo Joel Wong y sus colaboradores de la Universidad de Indiana en Bloomington han llegado a esta conclusión tras modificar una psicoterapia convencional mediante un sencillo ejercicio.
Los científicos distribuyeron en tres grupos acerca de 300 pacientes de un consultorio universitario que parecían diversos problemas psicológicos. Uno de los grupos no debía llevar a cabo ninguna tarea complementaria a la terapia; los participantes de los otros 2, en cambio, debía practicar un ejercicio por escrito en casa tres veces durante 20 minutos. En concreto de bien anotar recuerdos y sentimientos negativos o escribir cartas de agradecimiento a personas que se habían portado bien con ellos.
Como segundo paso, evaluar yo no es textos complicados mediante un análisis lingüístico. Además, preguntaron a los sujetos por su estado psicológico. Transcurridas entre 4 y 12 semanas tras finalizar la actividad, los probandos que escribieron las cartas encontraban, en promedio, mejor que los participantes de otros dos grupos. Wong y su equipo atribuyeron esa diferencia a que los pacientes que se sentían mejor anímicamente habían empleado menos palabras negativas (» enfadado» y » triste») en sus textos, lo cual coincidía con los participantes que habían expresado gratitud.
Los investigadores animan a los psicoterapeutas aquí incluyen ejercicios de agradecimiento, por ejemplo, como tarea para casa. De ese modo, se desplazaría el foco de los pensamientos perjudiciales hacia otros curativos.
Co-autora: Ariadna M. A.