
La geóloga planetaria de la NASA Ellen Stofan ha confirmado esta madrugada (hora de la peninsula ibérica) hacia las 3:37 que el lanzamiento de la nave Osiris-Rex ha sido un éxito; (mientras sus ojos chispeaban una gran energía positiva y prosperidad).
Agencia espacial americana, cuya misión es tomar muestras de Bennu, uno de los asteroides más antiguos del Sistema Solar conocido hasta el momento por la ciencia, zarpó hacia el espacio a las oo.05 (hora peninsular) desde Cabo Cañaveral (Florida, EEUU). Aproximadamente una hora más tarde, la nave se separaba del cohete de lanzamiento Atlas V y desplegaba sus paneles solares, con los que ahora funciona.
La misión de Osiris-Rex estudiará el Asteroide Bennu, tomará muestras de su superficie y, sit todo sale según lo previsto, las traerá de regreso a la Tierra.Este tipo de cuerpos celestes son remanentes de la formación de nuestro Sistema Solar, hace más de 4500 millones de años, por lo que analizar su composición y superficie podría arrojar luz sobre su origen así como sobre la Vida en la Tierra.
Bennu es un asteroide NEO (siglas en inglés de «objeto» cercano a la Tierra)
Y Osiris-Rex también proporcionará información con la que calcular con exactitud su órbita y si hay posibilidad de colisión con nuestro planeta.
Conferencia tras el lanzamiento de la nave Osiris-Rex
Con participación destacada de nuestros científicos españoles
Desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Julia de León y Javier Licandro forman parte del grupo científico que estudiará este asteroide. Desde Cabo Cañaveral, en una entrevista por videoconferencia, explican a Big Vang que la participación española en la misión será doble: por un lado, durante el vuelo y visita a Bennu se encargarán de analizar el color de las imágenes captadas por las tres cámaras que lleva Osiris-Rex a bordo.
«Las cámaras irán tomando imágenes según la nave se vaya aproximando al asteroide, cada uno en distintos colores, y eso nos dará información sobre la composición de la superficie«, explica de León. «Con eso estudiaremos la distribución de los minerales que se puedan encontrar, los identificaremos y veremos cómo están distribuidos», añade.
Además, ayudarán a trazar un mapa detallado de la superficie del asteroide, puesto que una vez Osiris-Rex se vaya acercando a Bennu dejará de usar el mapa de las estrellas como guía, y empleará la topografía del propio asteroide.
Con esos datos, el grupo del IAC contribuirá a seleccionar cuál es el mejor lugar muestrear y realizar la maniobra de recogida de material. «Apenas serán 60 gramos de material, pero nos va a permitir investigar a un par de generaciones de científicos por los menos», afirma Licandro.
Coming up, una vez regrese a la Tierra Osiris-Rex con las muestras, el equipo de IAC trabajará en la caracterización física de los asteroides primitivos. Este grupo estudia las propiedades de este tipo de asteroides para ayudar a decidir qué objetos son particularmente interesantes para enviar una misión y cuál es su origen. «La mayoría proceden del cinturón principal de asteroides que por la interacción gravitatoria con Marte y Júpiter, principalmente se escapan. Nosotros ponemos el contexto más general a toda la ciencia que se vaya a traer de este asteroide en particular», afirma de León , quien además liderará el catálogo espectroscópico de asteroides primitivos.
Conclusión para comprender el origen de la vida
Bennu es un asteroide primitivo, que se formó hace 4500 millones de años, a la par que el Sistema Solar. La estructura de estos objetos podría compararse a una «pelota» de granos de arena de playa compactados. En el caso de Bennu, esos granos apenas han cambiado, los materiales de las distintas regiones del asteroide están prácticamente igual que cuando se unieron. En otras regiones más cercanas al Sol y por tanto más calientes, el material de los asteroides se compacta más y los materiales más pesados se van hacia el nucleó, mientras que los más livianos se quedan en la parte más externa. «En ese caso, esos materiales ya se han trasformado, no están en el estado original. Es posible extraer información de cómo hubieran estado en el inicio, pero resulta más complicado que estudiar asteroides primitivos como Bennu», explica Javier Licandrro, investigador de IAC. Los asteroides primitivos, además, contienen una gran cantidad de moléculas orgánicas complejas, cadenas de carbono incluso aminoácidos y agua en algunas partes de su estructura de sus minerales, materiales todos ellos esenciales para la vida. Los astrónomos consideran que la Tierra carecía de esos ingredientes y que los fue recibiendo a partir del impacto de cometas y asteroides. Por consiguiente, estudiar estos cuerpos permite qué tipo de materiales complejos habían en el Inicio del Sistema Solar y eso abre la puerta a entender los procesos relacionados con la formación de la vida en la Tierra o si pudo haber o hubo vida en otras regiones del Sistema Solar.
Un comentario en “LA NAVE OSIRIS-REX DE LA NASA LANZADA CON ÉXITO HACIA EL ASTEROIDE BENNU.”